Eran los octavos de final de la Europa League y nos tocaba contra nuestro eterno rival, el Betis. Se trataba del primer derbi sevillano en Europa de la historia y queríamos recordarlo para siempre. El Betis llegaba muy mal en liga y tenía puestas las esperanzas en esta competición.
En el primer partido, ambientazo en el Sánchez Pizjuán para apoyar al Sevilla y dejar encarrilada la eliminatoria. Sin embargo, las cosas no salieron como teníamos pensado y un Betis correcto defensivamente durante todo el partido, se llevó la victoria por 0-2 con goles de Baptistao y Salva Sevilla. El Sevilla fue el que tuvo ocasiones de mayor peligro, sin embargo, todas fueron salvadas por un gran Adán y el Betis, aprovechó las pocas que tuvo. Al acabar el partido, la afición bética se veía en cuartos de final, pero nosotros sabíamos que no les pondríamos las cosas tan fáciles. La fe en la remontada era casi absoluta por parte de nuestra afición y nuestros jugadores.
En el partido de vuelta, esta fe se hacía palpable cuando cerca de 3 mil seguidores sevillistas se desplazaron al Benito Villamarín para ver la remontada de su equipo en primera persona. Y no se decepcionaron de haber ido al campo del eterno rival. En la primera parte, el Sevilla se adelantó en el marcador gracias a un gol de Reyes. Este gol, metió el miedo en el cuerpo a la afición bética que ya no se veían de una forma tan clara en la siguiente ronda. En la segunda parte, cuando mejor estaba jugando el Betis, un centro medido de Alberto Moreno a Carlos Bacca ponía el 0-2, forzando la prórroga. Este resultado no se movió en los minutos restantes y nos fuimos a la prórroga. En la prórroga, a pesar de una doble ocasión clara en las botas de Bacca, el marcador no se movió, por lo que el partido se decidiría en los penaltis.

Estos penaltis empezaron muy mal, ya que Vitolo falló el primer lanzamiento para el Sevilla y los lanzamientos béticos eran imparables para Beto. Sin embargo, le tocó el turno a N'Diaye y lo lanzó al palo. Rakitic volvía a igualar la tanda de penaltis convirtiendo el suyo y a continuación, Nono tiró un penalti muy flojo y Beto consiguió desviar el disparo para meter al Sevilla en la siguiente fase de la Europa League.
Noche muy grande, donde pudimos celebrar el pase a cuartos de final y la eliminación del Betis. Todo ello, en casa del eterno rival.